Beneficios y propiedades de la rúcula
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Quizás la hortaliza que más ha sufrido un cambio de imagen a lo largo de la historia. De desconocida e ignorada, la rúcula se ha abierto paso entre las hojas verdes. Quizás sea porque su precio es bajo, su sabor intenso o las propiedades que la rúcula tiene, pero la han catapultado a los primeros puestos de popularidad en pocos años. Aquí enumeraremos los beneficios del rúcula, su trasfondo histórico ligado a la medicina y las variedades que puede haber.
Origen de la rúcula
La rúcula fue considerada hasta hace relativamente poco como una mala hierba. Crecía sola, con cierta facilidad, sobre todo en la cuenca del Mediterráneo y la zona de Asia Occidental.
Sin embargo, no fue siempre así. Los romanos eran grandes consumidores y, entre otras, le atribuían propiedades afrodisíacas a la rúcula. Son varios los textos que ensalzan estas características y hasta eran recetadas por médicos para curar la impotencia.
A partir de los años 90 se empezó a cultivar y a consumir, al empezarse a difundir más los beneficios de la rúcula. Italia fue el principal incursor de esto, que la popularizó por todo el continente.
Propiedades de la rúcula
- Ácido fólico: la rúcula, al igual que pasa con las berenjenas, son muy ricas en ácido fólico. Esto las convierte en una hortaliza ideal para embarazadas, pero también para deportistas. El ácido fólico ayuda a nuestros músculos a regenerarse tras un esfuerzo físico.
- Limpia la sangre: al igual que pasa con las demás verduras de hojas verdes, una de las propiedades de la rúcula es que son una fuente de clorofila. Ésta desintoxica el organismo y oxigena y limpia nuestra sangre.
- Vitalidad sí, afrodisiaco no: como ya mencionamos antes, en la antigua Roma se le atribuían beneficios afrodisíacos a la rúcula. Pero, a diferencia de otros alimentos, la rúcula no aporta particulares efectos afrodisíacos. Por el contrario, sí que tiene elementos que revitalizan nuestro organismo y nos dan más energía. Depende de cada uno donde utiliza esa energía.
- Ideal para dietas: son muchos los motivos por el cual la rúcula siempre se recomienda en las dietas para perder peso. Por un lado, tienen muy pocas calorías y aún menos grasas. Por otro, son ricas en fibra y potasio, que ayuda la digestión y a expulsar elementos innecesarios de nuestro cuerpo.
- Aptos para diabéticos y anémicos: uno de los beneficios de la rúcula es que tienen doble acción contra estas enfermedades tan comunes. Son recomendadas para diabéticos ya que reducen la inflamación y los niveles de azúcar en sangre. Además, son una fuente sana y natural de hierro, que es vital para quienes sufren de anemia.
- Fortalecen los huesos: son varios los minerales de la rúcula que ayudan a hacer más fuertes nuestros huesos. Tenemos el calcio, magnesio y zinc que ayudan a mantener fuerte los huesos, a evitar las fracturas ya crear una capa protectora alrededor de ellos.
Valor nutricional
- Calorías 0 kcal
- Agua 71 g
- Hidratos de carbono 65 g
- Proteínas58 g
- Grasas 66 g
- Hidratos de carbono 65 g
- Fibra6 g
- Azúcares05 g
- Vitaminas C, B5, B6,B3,B2,A, K
Variedades de la rúcula
Hay millones de variedades de rúcula al ser en sí un derivado y provenir de la familia de las coles. Desde los años 90 se ha masificado su producción y han nacido (y siguen naciendo) decenas y decenas de variedades nuevas. Nos centraremos en la distinción de la rúcula normal (Eruca vesicara si nos ponemos específicos).
- Rúcula común de hojas redondeadas: de color verde intenso, son plantas muy robustas y resistentes. Crecen rápidamente respecto a otras variedades.
- Rúcula común de hoja serrada: las hojas tienen una particular forma de flechas concéntricas. Tienen un color ligeramente más claro y un sabor más suave. Por lo demás, comparten las mismas propiedades con la rúcula de hojas redondeadas.
Conclusión final
Son pequeñas pero con un sabor muy intenso y nutritivo. Ya hemos visto todas las propiedades que la rúcula tiene, su precio suele ser muy bajo y nos aporta muchos beneficios para la salud. Estos son motivos más que de sobra para empezar a consumirlas. Si desde la antigua Roma ya las recomendaban ¿Por qué no seguir comiéndolas hoy en día?